Durante los meses de verano, cuando las temperaturas se elevan, es crucial estar más atentos a la calidad de los alimentos ya que con el clima cálido, las bacterias como la salmonela y la E. coli tienen condiciones ideales para crecer, lo que aumenta significativamente el riesgo de intoxicaciones alimenticias. Debido a ello, es recomendable que en esta época se consuman alimentos o suplementos alimenticios que contengan probióticos.
El riesgo de una intoxicación alimenticia se ve aún más potenciado cuando las personas optan por comer al aire libre o realizar actividades al aire libre, donde la refrigeración adecuada de los alimentos puede ser más difícil de mantener.
Los síntomas pueden variar y ser de intensidad baja o grave ya que va a depender del tipo de bacteria o virus de la intoxicación, así como su grado de evolución, algunos de estos síntomas son:
1. Náuseas y vómitos: suelen aparecer dentro de las primeras horas después de consumir alimentos contaminados.
2. Diarrea: es otro síntoma común de la intoxicación alimentaria y puede ser acuosa o contener sangre. Incluso puede llegar también a haber accidentes ya que, en casos graves, el esfínter no es capaz de controlarse.
3. Dolor abdominal: muchas personas experimentan dolor abdominal intenso y cólicos debido a la irritación del tracto gastrointestinal.
4. Fiebre: es una respuesta común del cuerpo a la infección y puede estar presente en casos más graves de intoxicación alimentaria.
5. Malestar general: se puede experimentar fatiga, debilidad y malestar generalizado.
6. Dolor de cabeza y dolores musculares: son comunes en algunos casos de intoxicación por alimentos y pueden estar relacionados con la fiebre y la deshidratación.
Estos síntomas pueden aparecer pocas horas después de consumir alimentos contaminados o pueden aparecer días después. En casos graves, la intoxicación puede provocar deshidratación, pérdida de electrolitos y complicaciones más graves, por lo que siempre es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas graves o prolongados. Además del malestar físico, la intoxicación alimentaria puede arruinar planes de vacaciones y generar inconvenientes significativos.
Para prevenir una intoxicación alimentaria durante los meses de más calor, es importante tomar precauciones adicionales al manipular y almacenar alimentos. Esto incluye lavarse las manos con frecuencia, mantener los alimentos refrigerados adecuadamente, evitar que se rompa la cadena de frío (no sacar del refrigerador, dejar que tome temperatura ambiente y volver a enfriar), evitar la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos, asegurarse de cocinar los alimentos a la temperatura adecuada, mantener las superficies limpias y lavar y desinfectar correctamente las frutas y verduras.
Además de estas recomendaciones para evitar una intoxicación por alimentos, el uso de suplementos alimenticios con probióticos puede ser beneficioso para reforzar el sistema inmune y nuestra flora intestinal. Los probióticos naturales, en particular, pueden ayudar a mantener un equilibrio saludable de bacterias en el tracto gastrointestinal, lo que puede mejorar la digestión y fortalecer la respuesta del cuerpo ante posibles patógenos en los alimentos.
Sin embargo, es importante destacar que los suplementos alimenticios y probióticos naturales no son una solución única para prevenir la intoxicación alimentaria. Siempre es fundamental seguir prácticas seguras a la hora de alamcenar y preparar alimentos y estar alerta a cualquier síntoma de enfermedad después de consumirlos, en especial si has comido algo en la calle. En caso de presentar síntomas de intoxicación alimentaria, es importante buscar atención médica de inmediato para recibir tratamiento adecuado.
Suplementos alimenticios y probióticos
Los probióticos son microorganismos vivos, como bacterias y levaduras, que proporcionan beneficios para la salud cuando se consumen en cantidades adecuadas. Forman parte de la flora intestinal, oral y vaginal por lo que contrarrestan la proliferación de bacterias que puedan provocar enfermedades como diarrea o vaginitis y al mismo tiempo, ayudan a la digestión de los alimentos.
Cuando los probióticos se consumen con frecuencia y en las cantidades adecuadas, pueden ayudar a mejorar la salud digestiva, fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la absorción de nutrientes, y pueden tener efectos beneficiosos cuando se padecen enfermedades como la diarrea, el estreñimiento, la enfermedad inflamatoria intestinal, el síndrome del intestino irritable y otras condiciones relacionadas con el tracto gastrointestinal.
Los probióticos se pueden encontrar naturalmente en una algunos alimentos, como el yogur, el kéfir, el chucrut, el miso y el tempeh, así como en forma de suplementos alimenticios, los lactobacilos también tienen este efecto. Las bacterias del ácido láctico se recomiendan para prevenir diarreas causadas por intoxicación alimenticia y son de los principales probióticos naturales.
Un suplemento alimenticio es un producto diseñado para complementar la dieta y aportar nutrientes que pueden estar ausentes o en cantidades insuficientes en la alimentación. Pueden estar disponibles en diversas formas, como tabletas, cápsulas, polvos y más y suelen contener vitaminas, minerales, aminoácidos, probióticos u otros ingredientes cuyo objetivo es mejorar la salud y el bienestar.
Los suplementos alimenticios pueden ser utilizados para muchos propósitos, como aumentar la ingesta de ciertos nutrientes, mejorar el rendimiento deportivo, fortalecer el sistema inmune, promover la salud ósea o mejorar la calidad de nuestra flora intestinal. Hay que considerar que los suplementos alimenticios no deben sustituir a una dieta equilibrada y su uso debe ser supervisado y recomendado por un profesional de la salud.
Existen suplementos alimenticios que contiene probióticos importantes para prevenir una intoxicación alimenticia como los lactobacilos (Lactobacillus), bifidobacterias (Bifidobacterium ) y algunos estreptococos (Streptococcus).
Además del consumo de probióticos, también es importante tener una buena alimentación y seguir las recomendaciones anteriormente escritas para cuidar nuestra flora intestinal y prevenir una intoxicación alimenticia en esta época de verano y calor.