Algunos problemas circulatorios se manifiestan en forma de piernas cansadas y várices, las cuales se pueden desarrollar o incluso agravar por factores como el sedentarismo, sobrepeso u obesidad y la edad. Actualmente existen diversos productos naturales de uso tópico o ingerido que te pueden ayudar con estos malestares.
Las venas tienen una estructura muy frágil por lo que cuando sus paredes se debilitan se vuelve difícil el retorno de la sangre que proviene de las extremidades inferiores hacia el corazón, a este padecimiento se le llama insuficiencia venosa y puede provocar trastornos como várices, piernas cansada y hemorroides.
Las várices afectan principalmente a las mujeres debido a todos los cambios hormonales que hay durante su vida, pero también pueden afectar a los hombres, en ambos casos se deben tener cuidados adecuados ya que, en casos graves, se pueden formar trombos. Los principales factores que pueden ocasionar las piernas cansadas y las várices son los antecedentes familiares, la edad, sobrepeso y una vida sedentaria.
Productos naturales para las piernas
Hay una gran cantidad de productos naturales para ayudar a disminuir las molestias causadas por las várices y las piernas cansadas que ayudan a mejorar la circulación de las extremidades inferiores. Estos productos naturales suelen contener 1 o varios de los siguientes ingredientes:
- Castaño de indias: es un buen aliado contra las várices y piernas cansadas al ser un venotónico natural ya que reduce la inflamación y mejora la función de las venas.
- Rusco: ayuda a mejorar los síntomas de pesadez y calambres ocasionados por las várices y las piernas cansadas.
- Hamemelis: es muy útil como auxiliar en el tratamiento de trastornos circulatorios ya que facilita la contracción de las venas favoreciendo el flujo de sangre. Ayuda a aliviar síntomas de las piernas cansadas y várices.
Es importante que, aunque se traten de productos naturales, se debe visitar al médico de cabecera para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado para las várices y piernas cansadas. Además, este tratamiento debe de ir de la mano de un cambio de hábitos alimenticios y de la incorporación de ejercicio a tu rutina diaria para evitar periodos prolongados de sedentarismo.