Si alguna vez has escuchado la definición de fitoterapia: Ciencia que utiliza las plantas medicinales con fines terapéuticos para prevenir, aliviar o curar una dolencia, de seguro lo primero que se te viene la mente es la siguiente pregunta; ¿Entonces en qué se diferencia de la medicina herbolaria?
Para este fin la fitoterapia se sirve de estos análisis: – Microbiológico, para determinar ausencia de microorganismos patógenos, – Radiactividad, para garantizar que las plantas no procedan de zonas contaminadas con radiación nuclear, como por ejemplo de Fukushima o Chernobyl. – Metales pesados, para determinar la ausencia de los mismos. – Pesticidas, como se sabe, el uso de pesticidas químicos y otras sustancias que se usan en la agricultura moderna causa graves daños a la salud, aunque estos aparezcan de forma lenta y progresiva. – Genético (DNA), para detectar adulteraciones. – Concentración de principios activos (PA) para garantizar un efecto terapéutico visible y su seguridad.
Sabiendo todo esto, ¿Entonces qué ventajas posee la fitoterapia frente a medicamentos convencionales? Primero que nada, las plantas tienen acción global sobre el organismo a diferencia de los medicamentos convencionales, que son prescritos para un padecimiento específico, las plantas medicinales, por sus múltiples propiedades pueden actuar sobre diferentes órganos al mismo tiempo. Esto último puede que en algunas personas sea difícil de comprender, y más cuando se dan cuenta que se trata de la misma planta que se encuentra en varios productos y con varias indicaciones terapéuticas, ya sea sola o combinada con otras.
Otra ventaja es que se puede usar de forma más segura a titulo profiláctico o sea que se tiene un mejor efecto preventivo debido a que las plantas medicinales tienen la capacidad de estimular acciones de protección y regulación de las funciones defensivas del organismo, y además se pueden usar por largos periodos de tiempo.
También goza de mejor tolerancia y menores efectos secundarios, ya que las concentraciones de los múltiples principios activos contenidos en cada hierba son menores, pero a cambio ofrece una notable sinergia entre los diversos principios activos (o sea que la suma de todos sus componentes tiene un efecto mayor que cada uno de sus componentes de forma separada). Y por último, puede ser un complemento seguro porque presenta un margen terapéutico más amplio y, además, puede servir de complemento a tratamientos con medicamentos convencionales. La fitoterapia en conclusión es el uso racional y seguro de las plantas medicinales, y son una excelente opción terapéutica válida y conveniente en el tratamiento tanto de trastornos leves a moderados, así como en patologías crónicas.